Todos los ciudadanos de la Unión Europea pueden empezar una Iniciativa Europea Ciudadana en los asuntos que recaigan en las competencias de la Comisión Europea. Una iniciativa normalmente tiene el objetivo de urgir a la Comisión Europea a actuar frente a un caso concreto de una manera propuesta. Esta iniciativa tiene que presentarse por al menos 7 ciudadanos de distintos países miembro de la UE. Después de presentar la iniciativa, la Comisión tiene dos meses para decidir si la admite o no. Cuando la Comisión decida que la iniciativa está admitida, los iniciadores tienen un año para recoger un millón de firmas. Estas firmas tienen que provenir de ciudadanos de todos los estados miembros de la UE, con un número proporcional de firmas dependiendo del número de habitantes de cada país. Si se alcanza el número de firmas necesario en cada país, la Comisión Europea tiene que considerar la iniciativa. Decidirán si toman acciones en el tema planteado por los ciudadanos, por ejemplo, proponiendo una ley. Su propuesta será revisada por el Parlamento y el Consejo en un Procedimiento Ordinario Legislativo. La propuesta sólo se convertirá en ley si ambos organismos lo aceptan.
 

Los Organismos Modificados Genéticamente son organismos vivos cuyo material genético ha sido modificado de manera artificial en una manera en la que no podría haber ocurrido naturalmente a través de técnicas tradicionales de obtención de nuevas variedades, con la misma especie o con especies similares. Estos OMG pueden contener material genético de organismos con los que no se podría haber intercambiado material genético de forma natural y nos referimos a ellos como transgenes. El cultivo de estos OMG está estrictamente regulado en la UE para garantizar nuestra seguridad y la del medio ambiente.

Estas técnicas son técnicas convencionales de obtención de nuevas variedades en las que las semillas se tratan con químicos o con radiaciones para el desarrollo de nuevos caracteres. Estos métodos se basan en la generación de mutaciones aleatorias en todo el genoma de la planta. Las plantas con las características deseadas se seleccionan para su cultivo posterior – resumiendo, se trata de un proceso farragoso y complicado. Las variedades vegetales obtenidas a través de mutagénesis – los métodos convencionales y los nuevos – no contienen material genético de especies foráneas. Por lo tanto, estas técnicas de mutagénesis convencionales están exentas de regulaciones estrictas expuestas en la directiva de la UE sobre transgénicos, y sus productos se han cultivado y consumido de manera segura durante décadas.

Las nuevas técnicas de mejora genética vegetal (NPBTs) son unos métodos desarrollados en la última década que han sido utilizados para obtener nuevas variedades cambiando cuidadosamente el material genético de las semillas o de las células vegetales, en vez de depender de mutaciones aleatorias. Mimetizando las mutaciones naturales, las NPBTs se pueden utilizar para facilitar la obtención de nuevos cultivos que sean resistentes a sequías y plagas, que tengan mayores rendimientos, una mejor calidad y que contribuyan a la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en la agricultura. Desafortunadamente, el marco legal de la UE trata igualmente los Organismos Modificados Genéticamente y las plantas que han sido obtenidas a partir de nuevas técnicas de mejora genética vegetal. Esto también restringe el uso de plantas obtenidas a partir de nuevas técnicas de mejora genética vegetal que se hubiesen podido obtener utilizando los métodos tradicionales.